Adulto con heridas de la infancia

Las heridas emocionales son como lesiones  originadas en la niñez y que influyen significativamente en nuestro comportamiento como adultos. Estas heridas se pueden originar por experiencias negativas vividas en la niñez. 

Las heridas emocionales o traumas en la niñez, nos acompañan hasta en la adultez. Estas secuelas en nuestra vida nos impide que nuestra esencia sea brille. 

Es importante identificar estas heridas y que si alguna de ellas interfiere en tu bienestar mental y emocional, en tus relaciones interpersonales y contigo mism@, lo mejor es buscar ayuda y orientación de un profesional.

Una herida emocional se detecta por el mecanismo de defensa o máscara que activa.

Existen diferentes tipos de heridas emocionales:

  • Herida de abandono: dificultad para manejarnos por nosotros mismos y hacer algo solos  El miedo más característico es el de la soledad, la cual nos hace ser dependientes de otras personas y necesitar su apoyo constante.
  • herida de rechazo: miedo a que nos vean con baja autoestima, que nos califiquen como personas de poco valor. Si en la infancia no nos aceptaron y validaron lo suficiente, crecemos con la idea de que nadie va a hacerlo, nunca nadie nos va a apoyar por tal y como somos.
  • herida de humillación: Genera invalidación de quién eres y de lo que haces y sientes. Debe servir a todos los que ama y antepone sus necesidades a la de los demás. No tiene derecho a decir cosas por miedo a perjudicar a otros. 
  • herida de traición: Intentar convencer a los demás porque no quiere ser traicionado. Nunca está en contacto con su propia vulnerabilidad y busca encontrarse fuerte e independiente. Demostrar a los demás que es capaz de todo. Es una persona desconfiada.
  • herida de injusticia: Miedo a parecer imperfecto ante los demás. Suelen ser autosuficientes y con tendencia a parecer perfecto.  Todo tiene que ser justo, justificado y justificable.

Si queremos encontrar nuestro bienestar y felicidad , es necesario desintoxicarnos de aquellas emociones negativas que nos han marcado desde nuestra infancia y que hasta ahora nos acompañan, es necesario comenzar a sanar desde nuestro niñ@ interior. Es un proceso que puede ser doloroso, pero aporta múltiples beneficios. 

En terapia se identifican las heridas emocionales más profundas y que afectan, para sanarlas y liberarlas, de igual manera las creencias negativas y limitantes que asumiste sobre ti, para modificarlas en positivas y empoderarte.